sobre nosotros
Era mayo del 2015 cuando, después de una larga lucha por escapar de los tentáculos del sistema, se habitó por primera vez esta propiedad, comprada a la antigua familia Flores en su segunda generación. El antiguo dueño era un mueblista muy querido, y hasta el día de hoy algunos pasan intentando encontrarlo.
La compra de esta propiedad, pareció ser la mejor opción, por su cercanía al centro, lago y sobre todo su emplazamiento de esquina frente a una bonita plaza.
El terreno contaba con dos casas de 50m2 y un pequeño local comercial, de las cuales una de ellas se demolió para construir una gran cabaña de 2 pisos y la terraza. Finalmente se han fundido estas tres construcciones y es el modelo actual del hostel.
El proceso de construcción de aproximadamente un año, fue de la mano con la adaptación a la nueva ciudad, entorno y vida. Ahí se reconoció la vida del sur, los vecinos, y el gusto por vivir cercano a la naturaleza.